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martes, 8 de mayo de 2007

Roberto Canto

NARRACIONES
EXTRAORDINARIAS
INVENCIBLES






Quilitl Atl

Yo nunca ví la cuna del gato, ni leí los molinos del viento, ni el molino rojo, pero en Quilá pasando el río san Lorenzo las almas se atormentaban en su sútil dolor. Las hojas se secaban y las aves en su canto se ahogaban, el génesis con placer se acercaba, y a mis espaldas su aroma me arrullaba, ya no sentía el dolor, ya no sentía el hambre, solo gritaba en mis ecos y al viento le susurraba, tráeme a Vicky es la única alma que yo amaba.
Únicamente escuchaba la melodía del vacío eterno, donde la felicidad se anidaba en el hueco de la muerte y la lluvia arrastraba la suciedad impregnada en la piel de mi cuerpo inerte; bueno un cuerpo que ya no me pertenece ahora, ya no es mío, ¡Que ironía! ¡El mundo completo era mío! Y ahora solo mis lamentos me acompañan por esta vereda, desolada y agria, un desierto árido y melancólico; pero nada me duele, nada me hiere y sin embargo llega a mi una oleada de sufrimiento, un sufrimiento que proviene de lo mas profundo de mi esencia, desde las entrañas de mi alma; como extraño ese olor que yo respiraba cuando despertaba en medio de la nada, en aquel cuarto oscuro y a mi lado tu rostro extraño pero que amaba con enorme pasión y podía pasar mi vida entera contemplando aquella luz que brotaba de tu rostro, esa luz me brindaba una felicidad eterna y aquellos niños que jugaban inocentes y radiantes, en armonía con la tierra y la naturaleza los acogía con gran alegría, eran para mi la vida completa, ese aroma que se clavaba en mis sentidos era el llamado de un hogar verdadero, sin embargo todo tiene un final, no podemos evitar las causas naturales de nuestra existencia y mucho menos los efectos de ella.
hoy despierto después de mucho caminar por aquellas calles solitarias donde los pasos resonaban sin cansancio, su sonido se esparcía por todo el lugar, asustando a las arañas que tejían siniestramente su nido y desgastando mis sentidos, nadie caminaba y sin embargo las pisadas se escuchaban; como puede ser posible que salieran de la nada y de repente las personas se abultaban formando una multitud, sus voces herían mis oídos hasta hacerlos sangrar, en el aire los pájaros revoloteaban disfrutando de la hermosa mañana y yo en medio de todo, aturdido por el ruido, me levanté de mi condena y trataba de alejarme de esta gran mercado, donde todos parecían reunirse a esta misma hora con el único objetivo de atormentar mis sufridos pensamientos, el viento encadenaba al recipiente de mi alma torturada, mientras el fuego consumía lentamente una materia desgastada; el bullicio eufórico gritaba excitado con enorme fuerza, cuando mi existencia, de este mundo ya se alejaba, tal parece que en ocasiones singulares el tiempo se detenía y en esos precisos momentos; el me abrazaba en su manto eterno, mientras mi piel se desgarraba y vertiginosamente un caballo oscuro arrastraba las penas del infierno atrayéndolas hacia este hijo miserable que soñaba con otras vidas y que los Ángeles eran cosa del pasado.
Pero hoy en este momento mis dudas disipadas desvanecían para siempre mis verdades, cuando el jinete se desmontaba del caballo, apenas si lo pude reconocer, con su semblante pálido y descarnado, un aire frío y extraño recorría cada centímetro de mi columna vertebral colapsando cada estimulo de mis alucinadas neuronas; sin duda alguna era el caballero de la muerte, que venía por esta pobre alma envenenada por la lujuria y la avaricia, mi fé desgastada y abatida se hundía en el fondo de la historia; nadie es culpable de mi desgracia, aun cuando las religiones nunca han tenido nada que ofrecerme, mas que solo mascaras de falsedad e hipocresía, yo debí de haber creado un destino paralelo a la voluntad de dios, y aun así es posible caminar en las escaleras divinas llenas de eternidad que han sido formadas en nuestra ingenua e ingeniosa mente con un solo y único destino: el paraíso.
Encuentro claro el vacío ¡Oh terrible soledad! ¡Alejado estoy de mi cualidad! ¡Las ponzoñas venenosas de la diosa miseria fueron mi especialidad! Sin embargo esto es tan atroz como la vida misma, nada me ha preparado para conquistar este sueño nauseabundo y podrido del que jamás volveré a despertar, a menos que los dioses se sacrifiquen y me devuelvan la existencia, pero tendría que pasar mil montañas, durante mil noches solo para llegar a su ciudad.
¡Oh infortunio! ¡Maldito infortunio! ¿Dónde están aquellos que me amaban? ¿Dónde están aquellos que yo he amado? Solo encuentro cenizas en este abismo ¿es que acaso en el mundo, el tiempo se ha desvanecido? ¿Dónde quedaron todos mis sentimientos? Será acaso que los dragones se los comieron y es por eso que no pudieron acompañarme; una voz resonaba en los ecos del silencio que decía -¡ay de mi, necesito algo de placer; no hay nada mas ardiente que una joven en las brazas del infierno seduciéndote a cometer todos los pecados habidos y por haber, pero ya he olvidado el sabor de lo dulce y de lo amargo, a decir verdad, lo he olvidado todo! -¿Será un espíritu encerrado en esta cárcel sin cadenas, lo que estoy escuchando? Me preguntaba a mi mismo.
De repente, cientos de tambores, empezaron a escucharse, no muy lejos de donde me encontraba, como yendo río arriba, apenas y se podía vislumbrar una tenue luz, como la de una fogata; la voz, ya no se volvió a escuchar, preferí hacer caso omiso a ese acontecimiento, y mejor me sumergí, en la espesa selva, río arriba, dirigiéndome hacia donde se escuchaban los tambores, y donde la fogata iluminaba quizás a alguna aldea o probablemente a algún grupo viajero, con el cual pudiese conversar.
Más adelante me encuentro una canoa hecha a base de madera, me subí en ella y navegué al instante, hacia el lugar, sobre este río sagrado; al llegar, nadie me vió desembarcar, en la desamparada oscuridad de la noche, aislado de mi patria y de mi suelo, aun así decidí explorar esta tierra nueva, caminé por la orilla, con la sangre dilucidada, brotando de mi nariz, y me arrastré hasta el recinto triangular, donde se adoraba a una mujer en figura de oro, y que quizás en un pasado lejano, tuvo el color de la vida y ahora el de los restos inmortales.
En el centro del recinto, estaba la fogata ardiente y a su alrededor, estaba sólo un hombre de razgos aindiados, que tocaba con sus manos un pequeño tambor de cuero, y su sonido se esparcía por cualquier rincón de la selva y del río; este magnifico templo pareciese que hubiera sido devorado por el fuego de los hombres invisibles, que profanaron sin saber su destino y hoy enterrados en el olvido; se marcharon para no volver jamás, porque su dios los exilió para toda la eternidad.
Lo acarició la neblina. Al extraño que tocaba el tambor, y que danzaba a manera de ritual, alrededor de la fogata; por toda la orilla del recinto, pero fuera de el había muchos mas extraños, tocando el tambor en armoníosa melodía. Me tendí en el suelo y sobre mí, me observaba el manto estelar.
Me percaté con gran asombro, que mi sufrimiento había sanado; los ojos cansados, no podían sostener ya, los pesados parpados y además me había propuesto soñar a la vigilia de un guardián. Podía percibir de este templo, una divinidad imposible de corromper, y en la magia de los peregrinos que venían a orar en este altar; se sentía la luz invencible ante las pisadas de aquella virgen inmaculada a la que todos llamaban virgen de candelaria, y en mi desvelado sueño, cansado de la voluntad de mis pensamientos, se ahondaron en la profundidad de mis mas lejanos sentimientos, que allanan tímidamente más de alguno de mis miedos; ocultos en la vereda del olvido, en el cofre de los misterios, en la guarida de las ilusiones.
Cantó el pájaro. Con el canto de la vida, con el canto de la muerte. Con sus labios celestiales; aquella virgen, adorada y amada; por la tierra, por el mar, por el sol y por el universo entero; suspiró eternamente, pronunciando estas palabras -¡Quilitl Atl! ¡Quilitl Atl! ¡Quilitl Atl! ¡Estaré siempre contigo! Alcancé a despertar de ese sueño arrullador para escuchar tan hermosa voz; que me transportó tan solo por algunos segundos a la tierra consagrada al amor y a la felicidad; el verdadero paraíso celestial.
Aún no acababa de terminar el susurro de su voz, cuando pareciese que por mandato divino; los tambores empezaron a sonar cada vez con mayor fuerza; al unísono y con una sola voz, se escuchó el repetir de sus palabras – ¡Quilitl Atl! ¡Quilitl Atl! Parecía que había fuego en sus voces, fuego que crepitaba, crecía y se expandía, en cada rincón del universo.
Las voces se apagaron y se marcharon; pero el fuego seguía vivo en sus enormes corazones. En el altar, solo quedamos, el guardián y yo. Un propósito superior existía, se podía sentir y casi se podía tocar, aunque no se pudiera ver; sus sueños parecían imposible de realizarse; pero ahora yo estaba firmemente convencido, de que ya nada era imposible; aún cuando soñaba a este pequeño gran hombre, integro y perfecto. Al imponerlo a la realidad, me persuadía de lo contrario y lograba hacer que mi opinión cambiara con respecto a el, de un momento a otro.
Ningún proyecto se vuelve mágico de la noche a la mañana, y en el proceso de la conversión puede agotar en gran medida al espíritu y al alma, hasta destruirla completamente. Le pregunté su nombre al guardián, y sin embargo, no acertó a responderme; se le olvidó por completo cualquier recuerdo de su vida anterior. Solo acertó a decirme que el estaba entregado por completo al Quilitl Atl. Me dijo que el Quilitl Atl, es el lugar que pisamos en este momento, y que este lugar es la tierra prometida; el espacio divino, considerado por muchos el paraíso; el recinto sagrado era el centro de la fé, el amor y la felicidad y que aquí era la fuente de todo poder.
Este recinto fue creado, con la sangre del amor, sus ladrillos son la fé y sus cimientos la felicidad. Me estremecí ante sus palabras, tan llenas de fuerza y tan llenas de paz. Me convenció de seguirlo a una llanura espesa, fría y seca. Diciéndome que aquellos que odiaban y destruían al Quilitl Atl; purgaban la condena del destierro de su espíritu, vagando por el desierto de los tormentos. Él estaba decidido a mostrármelo y yo no podía negarme a su propósito.
Caminamos por largo rato, el frío congelaba mis huesos y la espesa neblina nublaba mi vista. Jamás en mi vida imaginé que existiera tal lugar, cientos de escalofríos recorrían mi espalda y sentía un enorme nudo en la garganta. –Ay de mí, necesito algo de placer- Escuchaste eso, me dijo el guardián – Si lo escuché. Le aclaré que ya lo había escuchado anteriormente. Son almas que están recogiendo sus errores y sus pecados, cada grano de arena de este infinito desierto constituye cada uno de sus pecados y hasta que recojan toda la arena, serán liberados de su condena.
– ¿Quién eres, que buscas aquí; porqué hablas de nosotros y aspiras nuestra neblina? Con el señuelo del destino, nuestra suerte iniciaba a rodar al escuchar semejante voz, y por esto el guardián me replicó: tienes que hablar con él y le preguntas cual es el motivo de su tortura y si hay otros como él aquí. Resignado a hablar con este espíritu le dije - ¡Oh alma desconsolada y amortajada por las heridas del tiempo, que estás cumpliendo con tu larga condena, para volver de nuevo a otro nuevo universo, maravillosa y transformada, ante tu creador divino! Te daré la oportunidad de escuchar lo que tengo que decirte, si tú deseas aún seguirme. – Pues caminaré contigo solamente hasta donde me está permitido por mi verdugo- Me contestó. Y si la neblina y la humedad, nubla nuestra vista y nuestra razón; los demás sentidos serán de mucha utilidad para nuestro eterno viaje. Iniciamos la caminata y empecé rápidamente con la conversación – Yo voy de regreso a mi lugar de origen, donde la vida es presa de la muerte, he llegado hasta aquí gracias al Quilitl Alt y a la virgen candelaria, tal vez el eterno creador desea que yo viva en espíritu propio, lo amargo de la condena por un medio distinto de lo normal, quisiera saber quién fuiste en vida y dime también si hay mas almas como tú aquí, y que pecado han cometido para recibir semejante tormento, tu voz será el regocijo que necesita mi corazón para seguir adelante. – Heraclio Bernal fue mi nombre en vida, desterrado del fruto divino, por amar los defectos imperfectos del mundo, aborrecí la virtud y esclavicé al santo, y sí, hay otros como yo, entre ellos está Pilar Quintero, Lourdes Ayón, Rosalva Lizárraga, Kurt Cobain, Glen Benton, Bonifacio II, André De Montbard, José Martí, Brian Warner, Arthur Rimbaud, francisco rojo, Pío II y Juan Carrasco, que cometieron en vida, pecados más siniestros que yo.
Así me contestó, diciéndome al instante con voz de súplica –Cuando estés allá, entre los vivos y con el uso del poder de tu palabra, te pido que ruegues por mí, aún tengo la esperanza de que alguien eleve una plegaria por mí, para lograr alcanzar el descanso eterno. –Yo lo haré, no te preocupes. Le dije. Seguimos nuestro camino por lugares inimaginables, conocí tormentos espantosos y espíritus descarriados pagando su culpa, hasta llegar de vuelta al recinto sagrado y sentí gran alivio al pisar de nuevo esta tierra sagrada, cuando llegamos al centro, a un lado de la imagen, el fuego lo invadió todo. Asustado, pronto me di cuenta que estos no arrancaban ni atacaban mi carne, sino todo lo contrario, este fuego me abrazó, sin ningún calor, solo atacaba mi fuego interno con su combustión, y sentí mucha paz.
El guardián se despidió de mí, de una manera fugaz, acercándose el final, de nuestra travesía, ya no guardo imágenes de recuerdo en mi memoria, únicamente queda el eco de las palabras que escuché, pero aún en este instante siento latente su voz en mi corazón, En vida he sido Daniel castillo; en unos instantes más, el murmullo del viento y a la vez el universo entero; porque ya no caminaré entre ustedes. El ataúd me espera, con su soledad eterna.




La Pintura y El Librero

Las piedras del abismo me condujeron a las entrañas del saber, alejándome para siempre de la cercanía del candor de tu corazón, una piedra que tropieza, una y otra vez con mis pensamientos impuros, corteja paso a paso mi cansada ilusión, quebrada por las falsas fantasías, que prometieron regalarme sin ninguna duda, el infinito amor, destruía al sendero de la luz, haciéndonos portadores de la magia del dolor y en los ojos negros, se podía ver la blasfemia de nuestra oscuridad, recorriendo caminos llenos de espinas y de traición, que se clavan sin piedad en la carne y en el alma, arrastrándonos a la maldición de una mente enferma de perversión y de ambición... Pero la historia no comienza así, permítanme narrarle desde el principio.
Haciéndole frente a todos los acontecimientos de mi disoluta vida; me escapé del hoyo pernicioso de la compasión. La miseria se extiende y se multiplica. No así como la desgracia que realmente busca la forma de afectar todas las diversas formas. Aún creo a estas alturas, que el mal es una repercusión directa del bien, y que del placer surge la agonía del dolor. Mi nombre con el que fuí bautizado es Francisco Ortiz; el de mi familia, no es importante. Existen en la tierra tan pocas construcciones que sean tan antiguas, como mi lúgubre, sombrío y gris castillo ubicado en quilá, a un lado de la hacienda santa rosa.
Toda mi descendencia, siempre ha sido llamada, gente con extraordinaria visión, y con el coraje suficiente, para que nuestra voz sea escuchada, en cualquier rincón de este mundo; y en más de alguna rara o extraña situación, develamos algunos de nuestros más oscuros secretos. En el carácter de tan majestuosa construcción, con el aire gélido, que se respira en el invierno, en el patio principal; en los adornos tan excelsos, que maravillan a la vista, de propios y extraños; en todos los dormitorios, en el calor que alegra los sentimientos, se encuentra la humeante chimenea; en la pintura de incalculable valor, colgada en la simple pared y en fin, en la serie de libros abultados, en ese rústico librero, hecho en el siglo XII. El librero y la pintura contienen un secreto que solo yo sé, y que he ocultado hasta ahora.
Recuerdo todavía cuando los adquirí de un desconocido. Era un tipo, de estatura media, y en su rostro se dibujaba una cicatríz, que surcaba, desde su ceja hasta su mejilla; tenia una cara inolvidable. En sí, todo su aspecto era de clase media o burgués. Estaba de negro y en su coche un mueble sobresalía de entre su equipaje. Por su dificultad para hablar mi idioma, supe de inmediato que provenía de alguna parte de Europa. Por su corte de pelo moderno y por su forma de vestir, creí que era un jovenzuelo, pero fuí engañado, distaba mucho de ser un joven. Conversamos largo rato, me divertía mucho su dificultad para decir algunas palabras y en otras su acento exagerado; pronto supe que procedía de Florencia, Italia. Invité al hombre a pasar a mi castillo, como cortesía de parte mía; se rehusó cortésmente alegando que tenía prisa y que no podía demorarse mucho. Con tono apresurado y exhalando pesadez en sus palabras; como en este momento, lo estoy haciendo yo. –vendo pinturas; bueno de hecho, solo vendo una, de toda mi colección- me dijo.
Contestándole de buena manera le dije: -En este castillo lo que sobran son pinturas; algunas europeas como la Gioconda; incluso la obra original del mejor pintor Mexicano de todos los tiempos Huriel Acosta, otras de inagotable talento de Sir Álvaro Manjarrez; tengo también algunas del famoso Marco Antonio Bobadilla y otras más de pintores ingleses, que en cuestión de arte, no son tan buenos. Pasó como un minuto de silencio y al rato me contestó: -Pues la que yo vendo no es una pintura ordinaria, esta es una pintura extraordinaria, que tal vez le pueda interesar.
Esta obra de valor incalculable, se la compré a un poeta francés, que se llama charles Baudelaire; junto con aquel mueble, que viene arriba del carruaje; cuando vivía en champagne. Abrió la puerta de su carruaje, se metió hasta el fondo y al cabo de unos segundos, salió con una pintura, encerrada en un estuche de piel café; le quitó los seguros, abrió el estuche y sacó la pintura. Sus dimensiones, apenas si alcanzaba a medir unos ochenta centímetros de largo y de ancho acaso algunos cincuenta centímetros; lo tomé en mis manos. Era una pintura de bajo relieve, pintada al óleo. No parecía muy antigua, más bien daba la impresión de que acababa de pintarse recientemente, pero en la esquina inferior derecha del marco, estaba escrito Ángel O. Castillo, quizás el nombre del artista y a un lado XII. Eso indicaba que en esa fecha probablemente se haya pintado esta pintura. -¿Usted cree que sea del siglo XII? Pregunté intrigado. –Pues eso fué lo que me aseguró el poeta cuando yo le pregunté a él. Me respondió. Observé de nuevo la pintura. Los marcos eran de madera ordinaria, como la de cualquier pintura. En sí la pintura era totalmente desconocida para mí, nunca antes la había visto, ni mucho menos oído hablar de este artista singular, sin embargo, no tenía nada de sorprendente, como lo mencionaba el vendedor; las técnicas utilizadas en la pintura, eran la de un amateur no profesional, los trazos eran uniformes y la calidad de la imagen era muy precaria, eso sí, lo único admirable, era que tenía un toque muy real.
Una sola figura de mujer abarcaba casi toda la pintura, a un lado, en su costado izquierdo superior, se erigía una pequeña iglesia, pintada de blanco marfil, con pequeños adornos, en las cornisas pintadas de color rosa fucsia, y en su costado derecho superior, había un camino de caracol, que emergía de un pequeño cerro; el rostro de la extraña, usaba un vestido de color verde limón, que le llegaba hasta los tobillos, su pelo agarrado por un broche en forma de estrella peinado hacia atrás; vestido y peinado muy inusual y modernista; pensé yo.
–Pues no me convence, no le encuentro lo extraordinario por ningún lado. Repliqué casi de inmediato. –Sabía que diría eso, no se desespere y ponga mucha atención. Tomó la pintura en sus manos y me dijo. –Observe bien esta pintura, lo extraordinario, no está en la calidad de los trazos; vea bien a esta mujer, porque esta será la ultima vez, que la vuelva a ver de nuevo en su vida. Con su afirmación, me intrigaba aún más; no sabía a ciencia cierta, el porque de tanto misterio, ni el porque de esa amenaza afirmativa, que aseguraba con gran entusiasmo en su voz.
Observé fijamente el rostro de la mujer, una vez más, grabándome cada detalle particular de la pintura. La metió de nuevo al estuche de piel, puso los seguros, y al instante los quitó y sacó de nuevo la pintura. Totalmente desconcertado, no podía creer, lo que miraba. Ahora la pintura, era un paradisiaco paisaje, con enormes pinos y hermosas cascadas, el rostro había desaparecido, al igual que la iglesia y el cerro.
Metí la mano en el estuche, estaba vacío. Toqué la pintura, una y otra vez. En vano busqué una explicación, no la había. Convencido de que no había un truco o de que se trataba de alguna ilusión. Le dije: -Se trata de alguna ilusión óptica ¿Verdad? –La verdad, no. Me dijo. Luego se agachó, un poco hacia mi oído, y me dijo en voz baja –Cuando se lo compré a este poeta, me reveló el origen de la pintura, me dijo que un hechicero druída, la había pintado. Al principio, se pintó a él mismo. No le gustó, lo que vió y lo borró, con su magia, y la volvió a pintar de nuevo, ahora con el rostro de su bella amada. La volvió a borrar, de nuevo la volvió a pintar; dicen que al cabo de seis veces con esta misma sesión, la pintura se borraba y se pintaba sola. El druída era nocturno. Solo en las noches se inspiraba. Por eso al llegar la oscuridad la pintura cambia. Se dice también, que el druída y su amante fueron atrapados por la pintura, inmortalizándose eternamente. Su dueño, el poeta, vió en la pintura de las pinturas, una inspiración, para sus letras prohibidas. Cayendo hasta lo más bajo; las personas no podían leer sus poemas, sin estremecerse e intoxicarse con su letal maldición.
También adquirí, aquel librero de este hombre; cuando estábamos haciendo el trueque; el hombre estaba desesperado por deshacerse de esto; por eso me lo dió a un precio muy razonable. –Quiere probar de nuevo con la pintura. Replicó. -Por supuesto que sí. Le dije, aún con asombro, por todo lo que me había contado. Abrí lentamente el estuche y metí la pintura de nuevo. La cerré y la abrí de inmediato.
–No puedo creerlo, esto no es cierto. La pintura había cambiado de nuevo. El vendedor, se agachó de nuevo y me habló en secreto. –Es cierto, es real; créalo. Cada noche se develará una nueva pintura, bajo la luz de su penumbra. Tendrá un número infinito de pinturas, durante el resto de su vida. El tiempo y el espacio, están en cualquier punto de la pintura. Y en estas obras, le serán reveladas, los misterios más insospechados por la humanidad.
Tanta filosofía oscura, me estaba dando mala impresión y traté de aclararlo de inmediato. -¿Cree usted en dios? –Claro que sí, creo mucho en él. Siempre cumplo con sus mandamientos. Acaso cree usted que yo, le he robado al francés su pintura satánica. La compra y venta fue justa, el necesitaba dinero y aún mas importante, el quería deshacerse lo mas pronto posible de estos objetos. Le afirmé, que lo que había hecho era justo. Que aunque, la cantidad fuera muy poca, si el dueño estaba de acuerdo; entonces no representaba ningún problema; para cambiar de tema, le pregunté, que porque llevaba tanta prisa, que si estaba viviendo en este pueblo. Me respondió que dentro de unas cuantas horas, tenía que estar en el puerto, que ya llevaba dos años viviendo en Quilá, pero que ya era hora de regresar a su patria. Aún cuando vivía cerca de Quilá, pocas veces había ido al pueblo, es por eso, que no, nos habíamos visto anteriormente.
Mientras conversábamos, yo continuaba sacando y metiendo la pintura en el estuche. Disfrazando mi entusiasmo, con un tono de falsa indiferencia, le pregunté -¿Qué piensa hacer con ella, la piensa vender al museo nacional de arte de Culiacán? –No, ellos no valorarían este extraño y seductor espécimen; lo único que lograría es crear un caos, en la ciudad. Se lo ofrezco a usted. Me respondió; sacando cuentas, en una libretita, escribió una cantidad y me la enseñó.
Yo le respondí, sinceramente, que la cantidad era demasiado elevada, aún para mí y me quedé meditando. Después de unos instantes ya había planeado mi respuesta. –Que le parece si hacemos un trato justo para ambos- Le comenté. –Usted compró esta pintura por un precio muy bajo, casi regalado; le ofrezco veinte veces más, de lo que usted pagó y aparte la pintura de Huriel Acosta, en marco de oro, que ha sido herencia de mi familia por muchos siglos.
-¡A Huriel González Acosta!- Repitió emocionado. –Sí, el mismo. Le ofrezco todo eso por la pintura y el librero. –Está bien, de acuerdo. Me dijo. De inmediato me fuí a la sala principal, sacando una pequeña caja de metal, saqué y conté el dinero y de paso descolgué la pintura y se lo entregué. Tomó el dinero en sus manos y se lo echó al bolsillo sin contarlo siquiera. Agarrando la pintura la empezó a estudiar con sumo detalle, como todo un crítico de arte. –Perfecto. Me dijo. Yo estaba a la defensiva, llegué a pensar que regatearía más, sin embargo no lo hizo. Pero después llegaría a comprender realmente el motivo de su visita: venderme a mí la pintura y el librero.
Conversamos un rato más, sobre su cultura y sus tradiciones, hasta que se fue. Nunca más lo he vuelto a ver, tal parece que ya no volvió a regresar y menos aún recuerdo su nombre, solamente la cicatríz en su rostro. Al principio había pensado en arreglar una parte de mi biblioteca especialmente para la pintura y el librero, pero sabía que sería muy egoísta de mi parte, ocultarla en mi biblioteca, por lo que por fin resolví utilizar el mismo espacio que ocupaba la pintura anterior, cerca de la chimenea, para que todo el mundo la viera y ahí mismo acomodé también el librero.
Estuve despierto toda la noche, no podía conciliar el sueño; no podía creer todo lo que había pasado esta tarde. Pensando que tal vez era una fantasía. Me levanté antes de que saliera el sol, caminé hasta la sala principal y encendí el foco. Ahí estaba la pintura de las mil maravillas junto al librero, volviéndome a sorprender de nuevo, apagué y encendí unas cuantas veces más el foco, y cada vez que se encendía el foco, la pintura me mostraba un paisaje, un rostro o una estructura totalmente diferente. Me mostraba fiestas diferentes o familias muy antiguas. Al principio y con gran recelo mostraba la pintura. De la felicidad y el júbilo de poseer tan valioso objeto, pasé a la incertidumbre y al miedo, de que quizás más de alguno quisiera robar mi más preciado tesoro, por lo que prohibí la entrada a la sala principal a todo mundo; incluyendo visitas, familiares y hasta propios empleados de confianza; nadie podía entrar excepto yo. Mandé poner una puerta de un poderoso material en la entrada y el único que poseía llave para entrar o salir era yo.
Poco después me entró la inquietud de que quizás la pintura no tenía un número infinito de imágenes o paisajes diferentes. Analicé cada milímetro de toda la pintura, comenzando por el marco; en una búsqueda exhaustiva de algún truco o engaño. Pero no, no lo había. Dejé de visitar a mi familia, y a mis amigos los olvidé por completo. Tan obsesionado estaba con la pintura, que compré una cámara y empecé a tomar fotos a cada distinta imagen. Tomé más de cinco mil fotos. Pude darme claramente de que nunca se repitió una sola. No dormía, escasamente comía. Vivía esclavizado a la pintura, hasta en mis sueños y pesadillas, cuando me vencía el sueño, podía distinguir a la pintura, que me llamaba.
Las hojas de los árboles caían sin cesar, miles de ellas bañaban en matices de colores a la tierra húmeda, acogiendo su destino en un ir y venir de soplidos que ululaban cada atardecer y yo apenas comenzaba a salir de mi soñoliento anochecer y por vez primera pude comprender que estaba atrapado bajo el embrujo de la pintura y que me había convertido en una bestia de aspecto humano y que bajo la oscuridad de las sombras se ocultaba la criatura sedienta, que indagaba con ojos, manos y pies la luz resplandeciente del dolor y sufrimiento que me empapaba hasta el último de mis sentidos tan solo por ver de nuevo a aquella pintura maldita, aquella que robaba la carne de mis huesos y el agua de mis entrañas.
Supe hasta ese momento que el objeto que me extraía la energía, era una obra maligna, que me postraba bajo el yugo de la perversidad obscena, que atacaba mis pesadillas en la incoherente realidad.
Traté de destruirlo, una y otra vez, pero mis esfuerzos eran en vano; siempre aparecía colgado en mi pared; sentí que la solución no era esa; surgió de mí, la idea de donarlo a una institución de arte, donde ellos se hicieran cargo de ella; esta institución se encuentra en el centro de la ciudad de Quilá; ahí tienen almacenados más de trescientas mil pinturas; una más, ni notarían su presencia ni mucho menos su maldición. Aprovechando una mañana soleada, que había un evento; para ir a hacer mi donación, con pintura y librero en mano, aproveché la distracción de todos para meterme hasta el fondo, siguiendo un pasillo que hacía una curva en forma de U, hasta llegar a una galería que parecía muy abandonada por su aspecto lleno de polvo y telarañas, y con olor a humedad, y ahí entre un montón de pinturas arrumbadas, arrojé la pintura y el librero.
No quise saber más y salí apresuradamente. La calma ha vuelto a mi casa. Tumbé la puerta que me aprisionaba y la sala volvió de nuevo a la vida. Hoy en la tranquilidad, pienso que ni por error vuelvo a comprar algún objeto desconocido. Y ni muerto pienso volver a pasar por aquella institución de Quilá.




EL BIEN,
EL MAL Y
EL EQUILIBRIO









Invéntame Una Vida

Invéntame una vida sencilla y feliz que me haga olvidar las
riquezas mundanas que destruyen la esencia de la vida,
invéntame ilusiones olvidadas que pernoctan sin vagar, como
sueños que olvidan la presencia de la magia divina.
Asómate a tu corazón y encuentra la lógica del camino,
lejos de las llamas del destino, que acortan tu saber,
empieza en las puertas de la eternidad hasta lograr sentirlo,
jamás retrocedas a las trampas del misterio, aprende a perder
ante los ojos de la eterna muerte que levanta su vuelo
nocturno, recorriendo lejanas ciudades con el mismo propósito,
desprender de nuestros cuerpos, un alma confundida; sin dejar
rastro alguno de su presencia melancólica, la tragedia
a iniciado, nueve almas se han arrancado de golpe, ha
sucedido lo inevitable, un lazo fuerte los unía eternamente,
intentando desvanecer la fuerza de la fe, aún así se mantuvo diferente
esta vez. Aire que preñas a la hermosa tierra de excelso júbilo
muéstrame tu verdad; tierra que anidas en tu lecho a tu hermana agua,
purifícame sin dolor; agua que consumes al siniestro fuego,
recoge con piedad mi sedienta alma; fuego que quemas y
encadenas para siempre las virtudes de mis actos, deseo que enciendas
mi mente con la chispa de la fuente divina, alcanzando la metamorfosis
interna de mi conciencia, no dejes nunca que ella me toque y me
aleje de lo que tu me has enseñado, en estos cortos siglos de mi ausencia.






Una Rosa

Una rosa, una herida,
una espina, un dolor,
una gota, un color,
la mano de su amada;
una mirada, un silencio,
un amor, un respiro,
un sabor, un cuchillo,
la mano de su amada;
un sepulcro, un sarcófago,
un olor, una promesa,
un adiós, un suspiro,
la mano de su amada;
un olvido, un recuerdo,
un sendero, un destino,
unas rejas, una huella,
de la mano de su amada.





Cruel

Cruel, sueña con la voz,
voz de dragón,
que sentencia sin razón,
mi alma oscura y cruel,
pero en el limbo sólo es,
un paso al perdón;
ven, los mares rugirán,
en estruendo estallarán
y la brisa surgirá,
que pronto desvanecerá
al fuego de mi interior,
en tu rostro estremecedor;
soy, la espina en tu corazón
que duele sin sangrar,
sangre llena de pasión,
que me encadenan sin parar,
en un calabozo de dolor,
hasta liberar mi hedor;
una pena, una tristeza,
y en la vuelta de la vida
el universo conspirará;
un fluido, de sensación,
te drenará sin compasión,
y en el infierno todo es,
una sola maldición.




Tan Sublime

Tan sublime es mi canto,
que las aves se posan en su nido,
disfrutando melodía sin igual,
hasta sentirse con el alma desnuda,
que provoca suspiros al pasar
y los ángeles desde el cielo,
han bajado con su oído agudo,
admiran la belleza de la letra,
pues el amor se desborda extraordinariamente,
con excelsa pasión,
sin límite en mis sentimientos
profundos y verdaderos,
despertando sueños olvidados,
en tan viejas memorias,
que recuerdan vagamente,
el suspiro del adiós e inician
el respiro de la vida eterna,
a mi lado mi conciencia me acompaña
por caminos sin vigencia,
hoy estoy y mañana me voy,
y aún siguiendo en frutos doy,
descifrando en cadena complejos
arquetipos de mi esencia,
sin saber aún, quien soy,
dime tú si acaso lo sabes
y después de eso mi vida te la doy.





Vamos A Violarnos

Vamos a violarnos tú y yo,
vamos a violarnos una y otra vez
hasta que se abran las heridas,
porque yo prefiero que me violes
y que destroces todos mis sentidos
hasta no sentir la inmundicia de la vida
de todas formas todos arderán
y sus cuerpos en el vacío apestarán,
aún en la fuente del alma perversa,
probarán un trozo de tu interior
hasta convertirla en su favorita
y nada puedes hacer para que no suceda
no puedes evitar lo inevitable nunca;
tu mente malvada y siniestra se corroe
con el elixir del pecado insaciable,
tus instintos recorren la fuerza de la
naturaleza extrema hasta llegar a
los limites del ansioso y encendido
infierno, y solo pides que suceda una
vez más, para arrepentir tu corrompido corazón.





Disco Solar

Disco solar, que de tí emana,
la más extraordinaria e inagotable
fuente de luz, en dónde
anteriormente refulgía como oro brillante
al sur de la bella Florencia,
la de los nueve ¡círculos!
desvaneciste por completo hoy,
la siniestra oscuridad que nos
envuelve en la magia de la perversidad
y con tu inmenso resplandor,
auguró la entrada de un maravilloso
áureo día protegiendo con la vida
misma aun por encima de las fuentes
discernidas del oscuro mal, hiciste
levantar en forzoso vuelo, fugitivo
en su apresurada carrera, cuan veloz
unicornio, a todo un ejército de manchas negras
con escudos de frivolidad superflua,
que de roma insistiendo en venir
con sus tropas de soldados de juguetes
que con armas cognoscitivas bélicas
incitaba a la patria a la lucha por sus almas.





Todos Los Destinos

Todos los destinos
fluyendo sin conciencia
cauterizando mis abismos
con heridas que aquí
se convierten en llagas
emanando sangre sin incisiones
porque la soledad se irá
con el aroma de tus clamores
y la ramera de la naturaleza
contuvo mi existencia
inhalando tu hedor
paralizando
canalizando
mi infección
mi perdición
todos los caminos
me llevan a mi sentencia,
profanando mis sentidos
dilatando mis fluidos
con viscosidad infernal
que lamerás con lujuria
hasta hartarme del fuego
te pediré que escupas
mi sangre real
hasta lograr sembrar
mi linaje mortal
paralizando
canalizando
mi infección
mi perdición







Las Puertas Se Abrieron

Las puertas se abrieron
y nosotros sin saberlo
seremos amados
como soldados que perdieron
la guerra sin quererlo,
mi cabeza da vueltas
cuándo el alcohol penetra
en una mancha de sangre
por las heridas abiertas
aun así
mi cuerpo te deseaba
sólo una noche y te alejaba,
un poco de placer buscaba
porque mi vida se apaga
y el infierno me espera ya.

son las campanas del ayer
y no puedo perder
la fuerza que me inspira
y me aferra a la vida.






Viento Que Escuchas

Viento que escuchas el frenesí de la vida,
divulga el dolor que nos causa su adiós,
hoy llego y hoy mismo su marcha fue,
sólo el recuerdo de su mirada queda,
que se introdujo en mi piel,
hasta tatuarme con el aroma
de su frágil rostro olvidado,
sin embargo te recuerdo con gran pasión
y no olvido tu enorme amor que perdura
para siempre, ya que nada importa,
la materia se acaba y el suspiro solo queda,
aun así yo te guardo en mi memoria
hasta el final de mi camino que corto está.




Millones De Cabezas

Millones de cabezas ahora están colgadas
en aras del triunfo militar mortal
y sin querer la niñez les son arrebatadas,
a aquellas familias que de forma brutal
son masacradas, sin tener aviso alguno
sus vidas son arrancadas de sus cuerpos
con evidencia de que son inocentes todo lo reúno
y aun así sus bombas producen muchos muertos
en su mente ellos piden la clemencia
y con balas acaban con su frágil conciencia
cuántas armas crean ellos para pelear
y no hacen nada para que el hambre pueda parar
y fingiendo una desolada cicatriz de demencia
te hacen ver que con la lucha logran honor y decencia
y aún así a muchos le destrozan su resistencia
y con certera puntería se incita a la violencia.



Portador De Negra Luz

El destino puso en su camino
la obra maestra del señor
obedeciendo la voluntad del supremo creador
construyó el imperio del enorme poder
absoluto fue su mando y su destino,
y nadie en su camino se pudo interponer.
con su poderoso ejército fué
a ganar más de mil batallas
y forjó el único y nuevo reino
manchado de eterna sangre
que clamarían por siempre
una sola infinita verdad
a sus ojos se borró
el recuerdo de todo
lo que había anhelado
en su corta existencia
por lo que domó su espíritu inquebrantable
en un momento de locura inexplicable
rayó el cielo y el mar con su cruz
y se convirtió en el portador de negra luz
el símbolo de la tragedia,
la tormenta que agobia nuestras almas
y la vida se convierte en comedia
y los cuerpos se envuelven en llamas
que nunca jamás se apagarán
pero en el fondo a él le amaran
a sus ojos se borró
el recuerdo de todo
lo que había anhelado
en su corta existencia
por lo que domó su espíritu inquebrantable
en un momento de locura inexplicable
rayó el cielo y el mar con su cruz
y se convirtió en el portador de negra luz



Séptimo Circulo

Todo sucedía ahí
de una forma veraz
el infierno conocí
y juré a mis demonios
que tú jamás vendrás
a pisar mis dominios
encerrado en mi lujuria
viví con mi violencia
y generé mi castigo
en una fraternidad
pero yo estaré contigo
por toda la eternidad
no lo puedo explicar
aquí todo era
dantesco y colosal
es una fiesta mundana
desde Florencia hasta aquí
se oye el ardor
que sus voces pronuncian con dolor
en alaridos denuncian su clamor
cómo protesta renuncian al amor
he caminado así
por una selva sin razón
mi destino lo he afrontado hoy
y en llamas se encuentra mi corazón
por el mismo amor sufrí
y desde que te ví, por tí enloquecí
aun así mi razón
desapareció en el laberinto
del calor de la fuerza descomunal
y le digo que el séptimo circulo
es una fiesta mundana
desde Florencia hasta aquí
se oye el ardor
que sus voces pronuncian con dolor
en alaridos denuncian su clamor
como protesta renuncian al amor





Dolor Grotesco

Rescatando un trozo de luz
mi fe por completo se ha quebrado
en miles de pequeños pedazos
y hoy nadie conduce mis pasos
todo se ha convertido en nada
he equivocado mi camino
en una ruta de placer plasmada
hasta llegar a los límites del destino
y a mis espíritus les contesto
que no hay nada como el dolor grotesco
y me he convertido en la bestia
que solo buscaba la razón de ser
en el sufrimiento que toda alma
en esta vida terrenal ha de padecer
descubrí la bendición eterna
en un instante de paz
donde la armonía recorría
cada poro de mi eterna piel
dándole un toque mágico
a mi infinita existencia
y con el viento soplando a mi favor
entendí la inmensa fuerza del amor
en un segundo el universo construí
y sólo así lo siguiente pude concluir
yo sólo, he destruido a la bestia
que sólo buscaba la razón de ser
en el sufrimiento que toda alma
en esta vida terrenal ha de padecer.



Necesito Conocer Tu Mente

Necesito conocer tu mente, deseo
introducirme en lo más profundo
de tu inconsciente hasta empaparme
totalmente de tí y llegar a ser
enteramente tú, ligados como
el alma al cuerpo en una sola entidad
aun así mi deseo se incrementará
y necesitaré devorar toda tu carne
de tu eterno cuerpo y embriagar
mis sentidos con tu infinita sangre
y al anochecer, contemplaré tu
palpitante corazón que late al unísono
de mi arte oscuro y abriré tu piel
y tu mente, que con cortes maestros,
arrancaré de golpe toda
tu maldad, cocinándola con mi
mano divina y disfrutaré de
tu exquisito manjar que me
brindas con generosidad y
desnudaré para siempre tu oscuridad.


Altivo Peregrino

Altivo peregrino que caminas en el mar;
incestuoso es tu báculo que sangra sin cesar
al golpear las conchas de romero con pesar,
infecto de pensamiento que se petrifica como el lodo
engrandeciendo tu abyecta corrupción a tu modo
y nefasta es aun tu lengua que blasfema por todo,
aun así tu horrenda figura arde en los abismos del infierno
forjando día a día la armadura de luzbel en el averno,
al igual que Pirro destrozó de forma despiadada y
escalofriante al rey Príamo, súbitos clamores explotaron
en un corazón corrompido por la ira; digna reina fue Hécuba,
que lloró eternamente su partida y su adiós fue igualmente compartido,
así de fétida será la salida del cuerpo sin tu alma maldecida.





Alma Sin Luz

Oscuro es lo que mis ojos negros ven,
mis sentimientos a las tinieblas vuelven,
negras mis alas vuelan y temen
el día de su juicio que sus pecados derramen,
la copa del mundo donde todos beben
las blasfemias que en tu lengua se quemen.

No encontrarás nunca donde te amen,
un vacío en tus entrañas fluidas queden
con dolor en el infierno todos arden,
de infelicidad sus espíritus se consumen
no sea que tu cuerpo entero te roben,
y que la bestia te marque en su vaivén.

Los duendes en tu cama se aparecen,
oro y vino eso es lo único que ellos quieren
y tu codicia y avaricia también lo prefieren,
se les ha dado a todos lo que merecen
y aunque dudes los fantasmas en tu suelo duermen,
eres un alma sin luz y ellos lo entienden.



Destino Marcado

Un momento acaricia la brisa,
una luz concibe mi alma
que flota con su sonrisa,
y me dice que siempre me ama.

Una flor maravilla mi mundo
y como niño salto de alegría,
pero en mis pesadillas me hundo
más tú me dijiste que me querías.

Busco hoy un sueño de sabiduría
que me aleje de mis temores,
porque nunca jamás te mentiría
estás en medio de mis clamores.

te busco y siempre te encuentro
he seguido hoy tu llamado,
en mi pensamiento tú eres el centro
tú sabías que tenía mi destino marcado.




Rito De Adiós

Polvo envuelve mi magia
que devuelve nuestra fe,
y de nuevo vuelve hacia
el inicio de nuestro porqué.

Y absuelve tu pecado
que mueve por entero tu voz,
y renueve todo tu pasado
con un grito en el templo del adiós.

El resuelve tu ironía
y le duele tu padecer,
no conquistas aun tu agonía
que en el fondo ha de fallecer.

La luz remueve tu alma
que al cielo ha de ascender,
fluyendo en sabiduría con calma
y nada revuelve tu amanecer.






Flota En El Ambiente

Flota en el ambiente el aroma
putrefacto de tu ira drenada,
por las venas de tu alma ahora
que camina al averno desenfrenada.

Gota a gota tu sangre asoma
cuando tu cuerpo vivo soñaba,
en un recinto tus rezos te robaban
y en un ritual tu corazón te sacaba.

Por fin le abriste la puerta a la muerte
y descubriste un universo diferente,
aun así decidiste jamás volver
pues encontraste piedad en tu ser.

Un reino que abre tu mente literalmente
que te conduce por caminos incoherentes,
y te das cuenta de tu equivocación
un abismo te separa de la imaginación.




Lluvia Triste

Lluvia triste que no dejas de llorar
construyes castillos en el silencio,
que se evaporan en la magia de la verdad
y aun así nos regalas tu eterna bendición.
cuando herimos tus sagrados sentimientos
y como sueño divino caes del cielo,
empapando de gracia a nuestros corazones
que no merecen tú furtiva y osada caída;
en el templo de las tres ventanas
escondes para siempre tu infinito sufrimiento
que conmueve hasta el corazón más duro y frío
y hace brillar en la más siniestra oscuridad
un intenso arco iris lleno de vivos colores
que nos harán flotar en armonía y felicidad,
aun así tu sonrisa almendrada se torna y se
envuelve en la incolora melancolía que forma
grandes nubarrones de color opaco y gris
color que describe mi amarga letanía,
que agobia mi verdadera y real belleza
arrastrándome a derramar tus sutiles lagrimas
llenas de virtudes y de amor que desvanecen mi agonía.



¡Hoy Es Tu Día!



Hoy es tu día especial, porque estás celebrando tu muerte, porque se cumplen nueve meses que estás muerta en vida, demacrada, asfixiada por tanto amor que te doy, que hasta lloras lágrimas de sangre, y suplicas perdón. Imploras ayuda y menos amor, pero yo no te escucho, porque estoy loco por tí, y lo único que deseo es hacerte feliz. Me encanta hacerte sufrir, ver como mueres lentamente, como te desangras cada vez que lloras, ver como lentamente tus venas salen de tu cuerpo, en busca de oxigeno y de sangre, ¿Y sabes porque? Porque verte sufrir me hace feliz. No creas que sólo tu sufres, no amor mío, yo también sufro, mi vida también se ha ido lentamente, junto con la tuya, ¿Y sabes porqué? Porque vamos a estar juntos por toda la eternidad. Amor mío, me muero lentamente, poco a poco, por tu bendita indiferencia y tu falta de amor, por eso vivo de hacerte sufrir, porque eso me hace feliz.



Tu Nombre

Mira mis ojos entenderás lo que siento por ti,que sólo con un beso me llevas al cielo, estando junto a tí me matas con cada abrazo tus ojos incineran mi cuerpo y me entierras en tu corazón. Solo tú y yo unidos en un sentimiento sabes que esto es amor, es amor tierno corazón, es mi amor, es mi amor, dulces días junto a tí, junto a quien amo. Por mis venas corre tu nombre y enamorado estoy de tí, es algo que todos conocen y no importa si sigue así por siempre te amaré dando todo por tí, con los ojos cerrados agarrado de tu mano. Solo tú y yo unidos en un sentimiento, sabes que es esto, es amor, es amor dulces días junto a ti, junto a quien amo. Y sabrás que por tí, mi corazón latirá y que nuestro amor no se apagará brillará más que el sol por la eternidad. Solo tú y yo en un sentimiento sabes que es esto, es amor, es amor dulces días junto a tí, junto a quien amo.




Ritual

Me arden los ojos de impaciencia al verte
y la sangre me hierve por besarte,
abrazarte y acariciarte. mis besos desangran tus labios
y quebraré tus huesos con mis abrazos,
después mis caricias
te harán incisiones por todo
el cuerpo y tu sangre correrá. la sangre que corre por tus labios
hasta llegar a tu pecho la absorberé
con mi boca lentamente hasta estar
nuevamente en tus labios.
te abrazaré con mis alas
y repararé tus huesos. tu cuerpo lleno de sangre
lo recorreré todo con placer
hasta tapar las incisiones
con mis manos y limpiar
la sangre que te cubre por completo. después mis ojos te incinerarán
y yo devoraré tus cenizas
para que lentamente se diluyan
en mi cuerpo y cuando por fin
seamos uno mismo, me sumergiré
en ácido y no quedará nada de nosotros
solamente nuestras almas para
que nos alimentemos de la sangre
que brota de nuestros ojos,
y estemos juntos por la eternidad.






La Nostalgia

La nostalgia recorre por completo todo mi cuerpo
tu mirada penetra y traspasa mis más oscuros miedos,
contigo de esta manera yo anhelo y deseo seguir
tu aroma singular construye un nuevo ambiente,
tus delicadas manos se posan con ardor sobre mi frente
bendiciéndome tus labios me besan por siempre,
nadie pensaría que tu alma estuviera aquí
nadie imaginaría que yo te seguiría a ti,
aun creo que tú eres mi ángel de enorme voz
y del fuego que arde en mi corazón me proteges,
aun creo que tú eres mi ángel de dulce luz
y a mi mente la limpias y la esclareces.
Me rosas con tus divinas y auténticas manos
y por obra del señor me liberas del pecado,
me devuelves a mi mundo con tu hermosa mirada
y en un instante me elevas como si volara,
creo estar en un nuevo y diferente paraíso
realizado en un ritual propio de tu hechizo,
y viendo en el fondo de mi eterno corazón
guardo para siempre una foto en mi interior,
si tú, eres mi ángel guardián, yo soy tu ángel de amor
si tú, eres mi ángel de luz, si tú, eres mi fuente y mi cruz.




Tus Ojos

Tus ojos cristalinos
sensibilizaron mi inocencia,
incendiando mis sentidos
no quiero estar sin ti,
sin tu mirada tan especial
soy un extraño mundo de emociones,
todos aquellos que me rodean
cambian a mi vista,
esa hermosa sonrisa
motivo de mi existencia,
disminuye el ritmo,
destruyendo
mi razón.

Hipnotizado por ese brillo
que ha despertado el frío,
anhelo el estar contigo que
mantiene vivo este recuerdo,
aquella noche inolvidable
borrabas mis tristezas,
y aumentando el ritmo,
acelerando
mi corazón.





Con El Fuego

Con el fuego he forjado la noche
con las estrellas he amado el día,
con la luz he caminado entre espinas
pero nunca he llorado en la lluvia triste.

Con mis lágrimas he llenado el océano
con la sal, el agua se ha contaminado,
con la fuerza de los vientos he sufrido
pero nunca he llorado en la lluvia triste.

Con la belleza de las flores he vivido
por el canto de las aves siempre bendecido,
con la luna y el cielo gris a veces he dormido
pero nunca he llorado en la lluvia triste.

Con el aire susurrando a mis oídos
he partido hacia tierras lejanas,
en busca de tí, pero tú te has desvanecido
y aun así nunca he llorado en la lluvia triste.

He encontrado cobijo en otros brazos
he vagado sin hallar lo que busco,
un aroma especial que me llene por completo
pero nunca he llorado en la lluvia triste.

En mis sueños tu cabello me acaricia
tus labios pronuncian las palabras del adiós,
que despiertan y afligen a mi corazón
y por vez primera lloré en la lluvia triste.





El Sabio

El sabio se levanta cuando cae
el ignorante se hunde en el abismo;
el sabio no recorre los caminos
los caminos lo recorren a él;
el ignorante busca los secretos,
los secretos buscan al sabio;
el sabio aprende sin caminar,
el ignorante vuela sin aprender;
el sabio no desea las riquezas,
el es por completo la riqueza;
el ignorante acumula montañas de oro,
el sabio mueve a las montañas
y en su travesía acumula la verdad;
el sabio disfruta de la felicidad,
el ignorante en su lucha
se desvanece en el vacío;
el sabio no busca el perdón,
el perdón ya lo ha encontrado;
el ignorante se pierde en el camino
y elije el sendero equivocado.





El Arca De La Alianza

En algún lugar muy lejano
y en un tiempo muy antiguo,
un ser divino descendió
y puso en la mano del hombre,
su voluntad en palabras mágicas
escritas en oro celestial para
contener su mensaje eternamente,
pero el hombre no entendió su significado
aunque su mensaje fuera muy sencillo,
divagaron de aquí para allá hasta perderse
y a las palabras se las llevó el viento
pasando por la arena del desierto
navegando por los ríos y los mares
caminando exhaustivamente por los pueblos
y arrastrándose lentamente por las ciudades,
sufriendo amargamente en las guerras
hasta soltar el llanto con la lluvia,
mendigando sólo un trozo de tu pan
que con egoísmo negabas sin razón
y aun en este presente se encuentra
aquí con todos nosotros esperando
que alguno de nosotros descifremos
la misión por la cuál fue enviada
y develar el misterio de su llamado.




El Templo Del Cóndor

Purifica mi cuerpo y mi alma
que ha pecado una y otra vez,
si es posible llévate mi sangre
que ofrezco hoy ante tu antesala,
pero no me dejes caer de nuevo
en la degradación ante mis enemigos,
mi corazón está en descomposición
pero se renueva beligerantemente,
miles de opresores son exterminados
en matices de colores ante tu poder,
porque ellos nunca aprendieron tu saber;
saber, que siempre glorifican tus aliados,
nunca se ha dilatado mi fe en tu honor
y de rodillas estoy en el Templo del cóndor,
esperando tu bendición, bien amado mío.